¿Estás seguro que quieres emprender?

En los últimos años se ha “vendido” la idea de que emprender es lo mejor que puedes hacer. En redes sociales abundan los mensajes y publicaciones hablando de lo maravilloso que es emprender, de la ilusión de tener tu tiempo libre, de “no tener jefe” y, obvio, de hacer mucho dinero. Por supuesto que no hay nada más alejado de la realidad que lo anterior. 

Emprender un negocio es todo un reto que requiere una verdadera vocación. Me atrevo a decir que igual o mayor que al que supone la carrera que elegiste estudiar. Perder tu empleo, no es una razón para emprender, tener una mala relación con tu jefe tampoco lo es, mucho menos buscar tiempo libre y dinero rápido. 

La lista de razones para no emprender es muy larga, emprender requiere mucho estómago, porque, créeme, la vas a pasar mal, muy mal. Te vas a frustrar, te vas a preguntar una y mil veces si estás haciendo lo correcto, depende de la edad y de tu situación familiar, las cosas se van a complicar aún más. 


Vas a escuchar muchas veces “estás loco”, “es muy arriesgado”, “mejor busca un trabajo” o el mejor: “Yo en tu lugar…”. Si vienen de la persona correcta, seguramente estos comentarios serán con las mejores intenciones; sin embargo, la solución a los problemas a los que te vas a enfrentar no está en esos consejos, que generalmente provienen de gente que no está en tus zapatos, que ni siquiera ha pasado por donde tú estás y que tampoco se atrevería a hacer lo que tú estás haciendo.

Al final, si en contra de las estadísticas que dicen que ocho de cada diez empresas fracasan en los primeros dos años de vida, en contra de lo que te dice tu familia, amigos colegas, etc., tomaste la decisión de emprender,

¡Venga! Pues ahora a ¡darle con todo!

El primer paso, por su puesto, es que tengas una idea razonablemente clara de lo que quieres hacer, y digo “razonablemente”, no te esperes a tener el perfecto caso de negocio, planes de implementación y procesos. Ya sé que los muy ortodoxos van a decir lo contrario, pero una cosa es el aula y otra la vida real, todos esos pasos anteriores lo único que van a hacer es convencerte falsamente de que tu camino es el correcto y cuándo las cosas no salgan bien (que es normal y no pasa nada), tu nivel de frustración será mayor. Así es que mi primer consejo es ¡Arranca, carajo… Arranca!

Tu idea va a evolucionar y madurar en el camino, pero si te has de equivocar, más vale que te equivoques pronto, esto te va a permitir tomar nuevas decisiones, ajustar el rumbo y seguir adelante. Ten clara tu visión de largo plazo, el camino para llegar a ella va a dar muchas vueltas, pero con dedicación y buenas decisiones vas a llegar. 

Inicia ligero

Seguramente tienes poco dinero y lo vas a necesitar, así es que olvídate de tu computadora de última generación, ni hablar de oficinas lujosas o de esos increíbles espacios de co-working. En caso de que requieras empleados, cuida mucho la forma de contratarlos y de los sueldos que vas a pagar. Enfócate, valora lo que realmente es importante, fíjate bien en tus hábitos, tienes que ser más disciplinado que nunca, cuida tu cuerpo, te va a hacer falta estar sano para aguantar el estrés, estudia, rodéate de gente de quien puedas aprender, elige muy bien a tus socios en caso de que hayas decidido ir por ese camino, dos cabezas siempre van a ser mejor que una, pero, además de la confianza, es muy importante compartir la visión de largo plazo.

Hoy tu mayor activo quizá sea tu tiempo, aprende a usarlo, es básico que tengas buenas relaciones, así es que el networking bien manejado es una buena herramienta, pero no exageres, tampoco pierdas tiempo en eventos que no te aportan nada. 

Si no te gustan las ventas, es momento de que te empiecen a gustar, no es tan difícil, al menos no en un nivel básico, ensaya bien tus presentaciones y ten claras tus ventajas competitivas: con tanta competencia en el mercado, ¿por qué tu producto o servicio es una buena alternativa? Cuida mucho los detalles, cómo te vistes, cómo hablas, jamás llegues tarde a una primera cita y cumple con tus acuerdos, es imperdonable que hagas un compromiso y no lo cumplas. Está bien comprometerte con un poco más de lo que en realidad puedes hacer, eso te va a generar reto y con suerte te va a ayudar a cerrar una venta; pero de nuevo: mucho cuidado de no cumplir un compromiso, porque es un cliente que nunca vas a recuperar.

Sobre el tema más delicado, el dinero, mi consejo es no emprendas por dinero, si las cosas las haces bien y eres paciente, el dinero va a llegar, pero el dinero es una consecuencia y resultado de tu trabajo, no la razón. Ojalá tengas muchos golpes de suerte y además te llegue en abundancia, pero es poco probable, así es que si tienes un golpe de suerte y de repente tienes una venta grande, se muy cauteloso, cuida esos recursos e inviértelos sabiamente. Acuérdate de que el dinero afuera de la empresa se evapora, asígnate un sueldo modesto, aunque lo consideres por debajo de tus expectativas, pero es mejor que tengas un ingreso fijo a que un mes tengas mucho dinero y los siguientes seis no tengas nada. 

Evidentemente el tema de emprendimiento es enorme, estas son solo unas líneas que espero te sirvan para decidirte a hacerlo o no hacerlo. En las siguientes entradas estaré abordando temas más específicos. 

Y si quieres emprender y no has empezado… ¡Arranca, carajo…. Arranca!

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